¿Tres tipos de innovación?

El mundo de la innovación tiene su complejidad. Una manera de explicarlo es diferenciando entre:

  • La innovación tecnológica
  • La innovación social
  • La innovación cultural

La Internet como infraestructura es, por ejemplo,  una innovación tecnológica, como lo puede ser una holografía interactiva, la fibra óptica o una impresora en 3D.
Los usos sociales de la Internet, o las aplicaciones médicas del láser o de la realidad virtual en el  mundo del turismo son innovaciones sociales porque conllevan un cambio en la manera cómo las personas interaccionan con el mundo y hacen cosas, indistintamente de que lo hagan sea en el dominio personal, social o profesional.
En tercer lugar, los nuevos conceptos que surgen para explicar las nuevas relaciones sociales con las nuevas tecnologías pueden considerarse innovaciones culturales. El término «usuario activo»  define el grado de vitalidad que muestran algunos usuarios en, por ejemplo, las redes sociales. La expresión «tecno-cultura» permite identificar una serie de fenómenos que surgen de la interacción entre la tecnología y la cultura. La «User Experience Research» es una expresión que permite referenciar un tipo de investigación que surge a partir del momento en que la experiencia de los usuarios adquiere relieve a partir de la «innovación centrada en la gente». Todas estas expresiones nuevas son innovaciones culturales en el sentido que tratan de identificar realidades que antes no eran tenidas en cuenta y que transmiten un sentido para quienes usan semejantes conceptos.
Es decir, podemos utilizar la expresión «innovación tecnológica» para identificar los cambios en el sistema de objetos que nos rodean, la de «innovación social» para referirnos a los cambios en las maneras que las personas se relacionan, interaccionan y comunican, y la de «innovación cultural» para documentar nuevos términos, expresiones, percepciones y maneras de dar nombre e identificar nuevas experiencias derivadas del cambio social y tecnológico.
Sin embargo, aunque esta diferenciación en tres tipos de innovación que distinguen los cambios en las infraestructuras, en las estructuras y en las superestructuras, parece que, dado que las innovaciones tecnológicas van acompañadas de cambios en lo social y en lo simbólico, todas estas innovaciones, en definitiva, acaban siendo innovaciones tecno-sociales o, más genéricamente, innovaciones tecno-culturales, de ahí que hablar e innovación tecno-cultural puede resultar más cómodo que tratar de distinguir lo material, lo social de lo simbólico en lo nuevo.